El desarrollo de la exploración espacial hace factible la materialización de lo que hasta poco era solo ciencia ficción: hacer turismo en la Estación Espacial Internacional. Aunque actualmente es una aventura que muy pocos multimillonarios pueden costear, es el punto de partida de un negocio turístico con un futuro muy prometedor. ¿Y quién se resiste a la emoción de viajar en un vehículo espacial, ver la Tierra desde el espacio y sentir la sensación de ingravidez?
La Estación Espacial Internacional: de laboratorio a hotel espacial
La Estación Espacial Internacional (EEI), también conocida como ISS (de International Space Station), ha sido un ejemplo de colaboración científica internacional. En ella, distintas agencias espaciales e institutos de investigación realizan diversos estudios en campos tan variados como biología, medicina, neurociencia, mecánica de fluidos y de materiales, y robótica. Y todos ellos han permitido el desarrollo de nuevas tecnologías y han preparado mejor a nuestra especie en pro de la exploración espacial.
Luego de más de un cuarto de siglo de brindar un gran servicio a la humanidad, la vida útil de la EEI comienza a agotarse, al punto que se prevé su desincorporación a principios de la próxima década. Por ello, y con la finalidad de obtener un beneficio económico para financiar futuras investigaciones, en los últimos años dicha estación está teniendo un nuevo uso: el de hotel espacial. Proveedores privados como Axiom Space y SpaceX ofrecen viajes comerciales a dicho destino, permitiendo el desarrollo del turismo espacial.
Luego, quienes puedan costear el viaje materializan el sueño de viajar al espacio y deleitarse de una vista exclusiva de la Tierra. Además, el turismo en la estación espacial permite disfrutar por largo tiempo de la ausencia de gravedad, una experiencia imposible de reproducir en nuestro planeta. Y qué decir de la emoción que implica realizar el despeje y aterrizaje, la cual estaba reservada, hasta hace pocos años, exclusivamente para los astronautas.
Costos del turismo espacial a la EEI
La tecnología requerida para visitar la estación espacial internacional es muy particular, lo que la hace considerablemente costosa. Y con ello, nos referimos a una media estimada de decenas de millones de euros por boleto, por lo que esta actividad está reservada, al menos en la actualidad, para un exclusivo grupo de multimillonarios.
Sin embargo, en la medida que las empresas dedicadas al negocio desarrollan mejores tecnologías, los costos tienden a disminuir. Por ejemplo, Virgin Galactic y Blue Origin ya ofrecen vuelos suborbitales cuyo costo varía entre cientos de miles y pocos millones de euros. Si bien estos vuelos son de corta duración y no llegan hasta la EEI, representan una oportunidad para el desarrollo tecnológico y logístico del ejercicio del turismo espacial.
El turismo espacial en el futuro
Por los momentos, la estación internacional espacial es el único hospedaje técnicamente factible para el turismo en el espacio. Y como ya se indicó, dicha estación será desincorporada en menos de una década. Entonces, ¿es posible el turismo espacial más allá del final de la EEI? Afortunadamente, la respuesta es un rotundo sí.
La empresa Blue Origin de Jeff Bezos (fundador de Amazon) y la NASA tienen en proyecto construir una nueva estación espacial de tipo comercial, llamada Orbital Reef. Este ambicioso proyecto busca, como su predecesora EEI, potenciar la investigación científica y el desarrollo de tecnologías espaciales.
Adicionalmente, la nueva estación funcionaría como hotel espacial y sede de empresas de bienes y servicios. Si el proyecto Orbital Reef se materializa, los costos del turismo espacial disminuirían, quizás hasta algunos cientos de miles de euros.