¿Sabías que los nanoplásticos y microplásticos se exponen en muchos ecosistemas? Inclusive, forman parte de la cadena alimenticia animal. Pero el problema no acaba allí, ya que otra preocupación es que los humanos pueden acabar consumiéndolos también.
En vista de que se trata de un problema global, no es extraño que algunas evaluaciones demuestran el riesgo de encontrar estas partículas en determinados alimentos. ¿Lo más preocupante? Miles de personas en todo el mundo los pueden estar consumiendo sin darse cuenta.
Nanoplásticos y microplásticos en alimentos: ¿Qué son?
Son muchas las personas que se hacen la misma interrogante, ¿qué son los nanoplásticos y microplásticos? Y no es para menos, sobre todo cuando se estima que el consumo anual se ubica entre 74 mil y 121 mil partículas al año. Por eso, aquí se expondrá la definición de los mismos.
Para empezar, a pesar de que a veces se usan indistintamente, la realidad es que la única diferencia entre microplásticos y nanoplásticos es su tamaño. Mientras los primeros miden aproximadamente 0,1 a 100 μm, los otros se acercan al rango de 1 a 100 nm.
Ahora que conoces la diferencia, seguro te preguntas “¿qué son los microplásticos en los alimentos?”. Se trata de piezas de plástico bastante pequeñas que se pueden encontrar en algunos consumibles, como, por ejemplo, las bolsitas de té comerciales.
Contaminación por microplásticos en alimentos: análisis de las bolsitas de té
Un estudio llevado a cabo por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) demostró que las bolsitas de té comerciales elaboradas en polímeros son capaces de liberar millones de nanoplásticos y microplásticos cuando se usan.
La investigación también mostró la capacidad que tienen estas partículas para internalizar las células que se encuentran en los intestinos humanos. Entonces, si te preguntas ¿cómo llegan los microplásticos a la sangre? Lo hacen a través de este órgano y desde allí son capaces de alcanzar todo el organismo en general.
Para una mayor precisión al respecto, el centro de estudios logró usar bolsitas de té fabricadas en polímeros nylon-6, celulosa y polipropileno. Y tras evaluar el material en una infusión, los resultados fueron sorprendentes:
- El nylon-6 libera hasta 8,18 millones de partículas por cada mililitro
- Respecto a la celulosa, esta libera 135 millones de partículas por cada mililitro
- El polipropileno libera 1.200 millones de partículas por mililitro
A lo largo del análisis se usaron instrumentos especializados mediante estrategias como la espectroscopia de infrarrojos, velocimetría láser por efecto Doppler, microscopía electrónica de escaneo y de transmisión, entre otras.
¿Qué hace el microplástico en el cuerpo humano?
Son diversos los estudios que aportan varias conclusiones interesantes acerca del microplástico. Por ejemplo, de acuerdo a Scientific Reports ingerir estos elementos puede reducir la diversidad bacteriana de la microbiota en el colon. Esto significa que sería capaz de alterar el equilibrio de los microorganismos alojados allí.
Por otro lado, para algunos científicos estos plásticos elaborados en una compleja combinación de sustancias químicas son capaces de ser tóxicos. Inclusive, en torno a una investigación reciente, una buena fracción de los químicos presentes en ellos no están correctamente regulados.
Sin embargo, la realidad es que para muchos científicos todavía no es comprensible cómo afectan estos elementos al ser humano. Es que no se trata de algo sencillo, porque evaluar los aditivos únicos y químicos asociados a un solo producto de plástico, así como encontrar el nivel y duración de exposición que ocasiona daños no es tarea fácil.
En resumen, las bolsitas de té pueden liberar millones de partículas de plástico cada vez que se prepara una infusión. Por eso, no es extraño que te preguntes “¿cómo nos afectan los nanoplásticos?”. En ese caso, los expertos deben seguir evaluando la situación, ya que no existen estudios concretos que documenten, de manera eficiente, cómo estos elementos pueden afectar la salud humana.