Incluso la basura, eso que consideramos que no vale para nada, es capaz de darlo todo si hacemos las cosas bien. Es el caso del biogás, un combustible generado gracias a la transformación de residuos. Sin duda, una de las soluciones más populares que se basa en la propia naturaleza para ello. ¿Cómo se convierte la basura en electricidad y qué beneficios conlleva este sistema?
El proceso de generación de biogás
El biogás se puede producir cuando esa basura, esos residuos como restos de alimentos o desechos, se descomponen en ausencia de oxígeno. El proceso genera dos cosas: metano y, por otro lado, dióxido de carbono. Estos gases pueden aprovecharse para hacer energía. Y aquí viene el “pero”. Y es que el metano es un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono, por lo que hay que tener mucho cuidado con eso.
Las plantas de biogás, como la que hay en Caieiras, en Brasil, han conseguido desarrollar diferentes sistemas para extraerlo. Sistemas que incluyen pozos de extracción capaces de succionar el gas y luego son transportados a un flare, un dispositivo especial en donde se quema ese biogás. Así se consigue no contaminar.
Generación de electricidad a partir de basura
Una de las aplicaciones de este biogás es su uso para generar electricidad. En Caieiras, por ejemplo, se usa un motor de combustión interna que convierte el biogás en electricidad. El motor, muy parecido al de los automóviles, puede transformar el biogás en energía que más tarde va a usarse para alimentar el sistema de extracción de gas del relleno. Un buen ahorro.
Si se aprovechara todo el biogás que se genera en estos lugares, la producción podría ser más o menos igual a la electricidad que se necesita para abastecer a una ciudad de tamaño medio.
El biogás como combustible renovable y sostenible
El biogás tiene una ventaja clave en todo esto sobre otras fuentes de energía renovable: se produce las 24 horas del día, los 365 días del año. Esto lo hace ser una fuente de energía constante y también predecible, algo muy importante en un mundo que busca reducir su dependencia de combustibles fósiles. En España, por ejemplo, el sector está en auge, con planes de aumentar la producción de biogás a través de iniciativas públicas y privadas.
Además, puede purificarse para obtener biometano, un sustituto del gas que puede inyectarse en las redes de gas o bien usarse como combustible para coches.
Beneficios ambientales y también beneficios económicos
Convertir esos residuos orgánicos en biogás no solo ayuda a generar energía de manera limpia, sino que también ofrece beneficios (y mucho) a nivel económico. Cuando se consigue capturar ese metano, las empresas pueden llegara generar los conocidos créditos de carbono, los cuales se venden en el mercado internacional.
Este tipo de proyectos también contribuye a la creación de empleos y a la economía circular, donde los residuos se convierten en recursos. De esta manera, la basura como la conocemos, esa basura que literalmente no sirve para nada, quedará en el olvido, llegando a ser los propios restos que tiramos a la basura fuente de nueva vida. Y no, no es magia, es ciencia y tecnología.
Como ves, la conversión de basura en energía por este biogás es una solución que no solo ayuda a reducir a eliminar esos gases que tanto están dando que hablar (y para nada bueno), también contribuye a producir energía renovable y limpia y también a la economía circular. Todo crece, todo suma. Con el crecimiento de esta tecnología, se abre un futuro lleno de posibilidades para transformar la propia basura en nueva vida. Algo que queremos ver pronto.