El aislamiento térmico invisible es, hoy por hoy, una de las soluciones «top» para reducir el consumo o gasto de energía. Y es que, el simple hecho de mantener la temperatura interior de forma constante y mejorar el confort de una casa, puede suponer un gran cambio.
Sin embargo, hay muchas personas que piensan que para lograr un aislamiento perfecto, hay que hacer grandes obras. La buena noticia es que, hoy en día, es posible aislar tu casa de manera térmica sin obras. Con métodos como, por ejemplo, el aislamiento insuflado, una técnica que está dando mucho que hablar.
El insuflado: una solución eficaz y rápida
El aislamiento por insuflado es una de las opciones más correctas ahora mismo para conseguir una casa mucho más eficiente sin hacer muchas reformas. Esta técnica permite aplicar aislamiento mediante perforaciones en las paredes. Estas paredes se rellenan de material aislante. ¿Cuáles? Por ejemplo, lana de roca, celulosa o poliestireno. Y lo mejor: todo esto puede hacerse en tan solo 24 horas.
Beneficios del aislamiento térmico sin obras
- Instalación muy rápida: El proceso puede completarse en menos de un día, es decir, beneficios casi inmediatos.
- Sin interrupciones: No es necesario hacer obras destructivas, y el trabajo se puede realizar desde el interior o el exterior de la vivienda.
- Reducción de costos: El coste de esta instalación es considerablemente menor que el de otros tipos de aislamiento, y a largo plazo, te permitirá ahorrar en las facturas de energía.
- Mayor confort: Un hogar mejor aislado es más confortable, manteniendo la temperatura interior constante sin depender de la calefacción o el aire acondicionado.
Materiales comunes para el aislamiento térmico sin obras
- Lana de roca: Aislante para mantener temperaturas estables y lo mejor: resistente al fuego.
- Poliestireno expandido Es barato y fácil de aplicar, perfecto para rellenar cavidades en paredes y techos.
- Celulosa: Hecha a partir de material reciclado, esta opción ecológica es efectiva tanto para el aislamiento térmico como acústico.
- Corcho proyectado: Natural y sostenible, este material también proporciona buenas propiedades acústicas.
¿Cómo funciona el insuflado?
El proceso consiste en algo simple: perforar las paredes en puntos muy concretos y aplicar el material aislante con una máquina específica. Este sistema asegura que la cavidad quede completamente rellenada, optimizando el aislamiento sin ningún tipo de intervención intensiva.
Además de las paredes, también los techos y las cubiertas pueden beneficiarse de esta técnica para aislar la casa sin hacer obras. Si hay un espacio accesible en el techo o en los tabiques de la vivienda, se puede utilizar el mismo procedimiento para mejorar el aislamiento sin realizar trabajo de construcción.
Eficiencia energética sin obras: otras opciones
Además de este aislamiento insuflado, hay otras opciones mucho menos invasivas para mejorar el aislamiento sin tener que hacer grandes obras:
- Paneles aislantes: Se pueden aplicar directamente sobre las superficies sin necesidad de modificaciones.
- Pintura térmica: Una opción muy fácil de usar que se aplica como una capa extra sobre las paredes para reducir la transferencia de calor.
- Papel pintado aislante: Con propiedades muy parecidas a las de la pintura térmica, este papel mejora la eficiencia y también es más estético y bonito.
Como ves, el aislamiento térmico sin obras es una excelente opción para mejorar al máximo la eficiencia energética en tu casa sin ninguna necesidad de hacer reformas complicadas o muy caras. Técnicas como la que te hemos contado, del aislamiento insuflado, con materiales adecuados, pueden dar una solución rápida, barata y muy efectiva para poder abaratar ese cada día más caro precio de la luz o la energía. Todo ello, de manera sostenible para el medio ambiente, ya que el gasto energético menor supone un respiro extra para el planeta.