Vivimos en un mundo acelerado. Y eso al final, pasa factura. Por eso mismo, para frenar esa sensación caótica de prisas sin pausas, han nacido conceptos como la alimentación consciente o mindful eating.
Se trata de una práctica que, en verdad, tiene miles de años, cuando no había internet, ni el tiempo se volvía el enemigo. Esta práctica intenta que todos aquellos que la practiquen, comiencen a centrarse en lo que hacen, en este caso, en el acto de comer.
¿Qué es la alimentación consciente o mindful eating?
La alimentación consciente o mindful eating es una práctica que consiste de, en vez de comer (a veces engullir), sin sentido, a estar presente en ese momento. Desde el primer acto en el que coges el alimento hasta que sientes cómo se desplaza por tu boca y llega a tu estómago.
En nuestra era, a menudo comemos por otras razones que no son la de alimentarnos. Desde aburrimiento hasta un clásico: la ansiedad. Este tipo de actos, o mejor dicho, patrones, causan más daño que beneficio.
Estilos de “comer” y la desconexión con las señales del cuerpo
Formas de comer hay muchas. Y cada una influye de diferente manera en nosotros.
- El primer tipo de ingesta es el restrictivo, es decir, prohibir ciertos alimentos. Eso se traduce en un mayor deseo de comer. Como seguro sabes, nos gusta lo prohibido.
- El segundo es la emocional, donde la comida actúa como una especie «de pastilla» para calmar la ansiedad, el miedo, la ira o la vergüenza.
- El tercero, es el externo, cuando comemos por señales que vienen de fuera. Desde la publicidad, al olor, el color…
Ninguno de estos estilos es que sea malo de por sí, pero el problema viene cuando se pierde la conexión con el cuerpo, cuando en verdad no tenemos hambre alguna, y comemos.
La alimentación consciente busca algo diferente. Es un enfoque que está basado en la conexión con esas señales. Si comemos de manera consciente, conseguimos el equilibrio en tres cosas: la satisfacción, el cuidado, y la salud, ya que elegimos alimentos que sean buenos para el cuerpo.
La Importancia de comer de manera consciente
Comer sin estar presentes puede llevar al colapso energético y físico. Puede incluso causar problemas serios ya que acarrea enfermedades tanto físicas como mentales. Es aquí donde la apropiada alimentación consciente nos invita a reducir la velocidad a la que comemos. El simple hecho de saber que ahora, estás comiendo.
Observar el alimento, su sabor, su olor, su textura. Focalizar todo el momento en el aquí y ahora. Nada más existe. Esto nos va a permitir elegir mejor qué comida comer, cuándo y cómo hacerlo. Puede llevar a comer en exceso, a no disfrutar de lo que comemos e incluso a tener una relación más sana con la comida.
Cómo practicar la alimentación consciente
Conseguir llevar una alimentación consciente no requiere que te vayas a un monasterio budista ni comer nada especial. Simplemente, el hecho de estar presente en cada una de las comidas que hagas.
Algunas prácticas o tips:
- Come más despacio. Así estarás atento a las sensaciones tanto físicas como emocionales que se producen.
- No olvides todos los sentidos. Todos tienen algo para ofrecerte en la experiencia de comer.
- Presta atención a las señales de tu cuerpo. Él te va a decir cuándo tienes hambre y cuándo está bien parar.
- No te distraigas. Es el momento de alimentarse. Un acto sagrado. Olvida teléfonos, televisores y todo lo que no te permita conectar con ese momento.
La alimentación consciente es mucho más que una moda pasajera. Es un llamado de la propia naturaleza que nos invita a hacer las paces con la comida y con nosotros mismos. Nos invita a parar, ver y agradecer todo lo que tenemos.