Vivimos en un mundo que, cada vez, está más decidido en reducir la dependencia a combustibles fósiles. Ahí entra la búsqueda de fuentes de energía como la de los volcanes.
Es la energía geotérmica, particularmente la que se va a originar en zonas volcánicas, esta emerge como una promesa concreta y, también, sostenible. Los volcanes, normalmente, a menudo han sido vistos como algo malo y destructivo, podrían ser unos aliados, lo que ya es una lucha.
El poder oculto bajo nuestros pies está en los volcanes
La energía geotérmica es la que aprovecha ese calor de la Tierra para poder generar una electricidad o, también, calefacción. Es cierto que este recurso se puede encontrar en cualquier tipo de parte del mundo, su explotación es más eficiente en zonas con gran actividad volcánica porque está cerca del propio magma en la Tierra. Algo que eleva las temperaturas del propio subsuelo y, también, es capaz de facilitar que se pueda extraer la energía térmica.
Y aquí tenemos a Islandia. Islandia es un ejemplo ya que más de 25% de su electricidad viene directamente de las plantas geotérmicas con una capacidad de unos 665 MW. Esto es, precisamente, lo que ha conseguido transformar la matriz de la energía, haciéndola una de las energías más limpias de todo el planeta. Pero hay más, esta energía no solo está en Islandia, hay otros proyectos que están teniendo más allá.
El proyecto red: un laboratorio geotérmico en el desierto
Este proyecto, en concreto, está en Nevada, en Estados Unidos. Es un proyecto llamado Proyecto Red, y está impulsado por Fervo Energy con el apoyo de Google.
El proyecto quiere usar la tecnología de perforación que se usa (o muy similar a la que se usa) del fracking, pero en este caso, con fines renovables. El motivo es que el proyecto quiere conseguir crear fracturas a nivel muy profundo para permitir que el agua pase, se caliente y genere vapor capaz de mover turbinas que, sí, harán electricidad.
Aunque se trata de una técnica con más de una desventaja, como pueden ser los terremotos, también abre un camino para poder explorar geotermia en zonas no volcánicas que se expandan.
El caso del lago Kivu: energía para salvar vidas
En Ruanda y el Congo, está el lago Kivu. Este lago es especial por tener unas altas concentraciones de gas y dióxido de carbono. Estos gases están atrapados bajo presión, que representan un peligro para más de dos millones de habitantes. Pese a esto, los científicos están convirtiendo esta amenaza en algo mejor: una oportunidad. Extraer el gas para hacer electricidad.
El sistema no solo evita catástrofes, también permite a Ruanda, que es uno de los países con menos acceso de energía, aumentar la capacidad instalada de 69 MW a nada menos que 300 MW. ¿Qué se conseguirá con esto? Reducir el diésel, abarataría los costos energéticos y extender la red eléctrica a más hogares, escuelas y centros de salud.
Volcanes y litio: un futuro eléctrico
Además de esa electricidad, el calor geotérmico puede usarse para la fabricación y la extracción de minerales como el litio, que es clave para fabricar baterías de coches y dispositivos. México, por poner un ejemplo, tiene muchos de estos yacimientos con estados con actividad geotérmica como el conocido desierto de Sonora.
Como has podido ver, la geotermia volcánica no es solo una posibilidad… Es algo más. Es una necesidad, pero de carácter estratégico. Y en caso de que el proyecto de Nevada o el del lago Kivu están prosperando, podrías estar muy cerca de una revolución energética que, en este caso, es silenciosa y está alimentada por ese mismo fuego que ha logrado forjar los continentes y la vida en la Tierra.