Aunque no lo vemos bien del todo, la arquitectura ya ha cambiado de manera radical. Dentro de su área, uno de los avances más importantes que se ha conseguido es en el mundo de los materiales. Y si de materiales hablamos, la madera es el rey. Pero ahora, esta madera ya no es como todos pensamos, hay una madera transparente que promete llevar a cambiarlo todo. Puede revolucionar la manera en la que hoy construimos hogares.
Es natural. Es resistente. Y lo mejor de todo, es ecológico. Además, tiene propiedades aislantes que combinan la versión “normal” que todos conocemos con lo mejor de las novedades en tecnología.
Madera: un material ecológico y eficiente
Desde siempre, la madera ha sido uno de los recursos que más se han usado por el ser humano. Tiene un origen totalmente ecológico y natural. Una capacidad para absorber el CO₂ impresionante y, gracias a que es biodegradable, es una alternativa a materiales que sí contaminan como el
Además, funciona como aislante térmico y también acústico. Algo que hace que la eficiencia energética se maximice como nunca antes se ha visto.
En el verano, es capaz de mantener la casa fresca. En invierno, caliente. Todo eso se traduce en menos aire acondicionado y menos calefacción.
El salto tecnológico: madera que deja pasar la luz
Hace poco, un equipo de investigadores del Instituto Real de Tecnología de Estocolmo ha logrado algo que nunca antes podíamos imaginar: ha logrado hacer un tipo de madera que es transparente en un 93%. Esto permite usarse como sustituto en ventanas, fachadas o incluso en paneles solares.
¿Y cómo se consigue algo que parece magia? Es magia y también es ciencia, ya que son lo mismo. El proceso consiste en eliminar la lignina, que es el componente que da opacidad y rigidez a la madera. El resultado es un producto que consigue conservar la resistencia pero con la capacidad de dejar pasar la luz.
Ventajas de la madera transparente frente al vidrio tradicional
La madera transparente supera al vidrio en muchas cosas. En primer lugar, da un mejor aislamiento térmico, algo que significa que las temperaturas exteriores no se “meten” en casa tan fácilmente.
Es algo que reduce, y mucho, la pérdida de calor a través de las ventanas. Algo que supone un problema que es hasta un 25% del gasto energético.
En segundo lugar, es más resistente y más seguro que el vidrio que todos conocemos.
Tiene una estructura reforzada con polímeros que soporta impactos y tensiones. Todo ello sin romperse con facilidad. Otra de las aplicaciones más prometedoras es su uso en células solares semitransparentes. Esto abre la posibilidad de que, en un futuro, las propias ventanas de las casas sean capaces de generar energía solar.
Producción más limpia y sostenible
Otro dato muy importante. A diferencia del vidrio, con una fabricación que genera nada menos que 25.000 toneladas de gases de efecto invernadero, la madera transparente puede hacerse con un menor impacto ambiental.
Hay nuevas técnicas como el cepillado químico asistido por energía solar que permite conservar la estructura de la lignina mientras se eliminan las moléculas responsables de la coloración con productos simples como el peróxido de hidrógeno.
El futuro de la construcción sostenible
Por ahora, todo está en fase de desarrollo, pero los expertos creen que en menos de 5años, lo que hoy parece magia puede llegar a ser una realidad que cambie la forma en la que se construyen las viviendas. Una especie de fusión que la Tierra estaba esperando después de tanta agresión.
Este avance hace que la madera sea de nuevo un supermaterial del siglo XXI, con el potencial de transformar la arquitectura sostenible