Es raro, pero más de lo que parece. Se trata de una práctica que hoy es más común de lo que el resto de los mortales podemos pensar. El impacto de estos paneles resulta tener una gran relación con la propia calidad de la lana.
En un estudio realizado en Australia, concretamente en el parque solar de Wellington de 174 MW, se vio que las ovejas que pastorean entre placas solares desarrollan una lana de mejor calidad.
La investigación se hizo por Lightsource bp y EMM Consulting, y se llevó a cabo en una instalación que está en 320 hectáreas de tierras agrícolas a unos 50 kilómetros de Dubbo, en Nueva Gales del Sur. Durante exactamente 3 años, se vieron 1.700 ovejas merinas divididas en dos: unas pastaban en campos “de siempre” y otras dentro del parque solar.
Resultados del estudio de placas solares : mejor lana bajo el sol (y la sombra)
Para poder analizar la calidad de esa lana, los investigadores pudieron comprobar las variables como el crecimiento, peso y los micrones de la propia fibra. El resultado… increíble. Las ovejas que pastaban entre los paneles solares consiguieron desarrollar una lana más densa, más pesada y con un mejor grosor. El motivo es que el microclima que se ha generado por esa sombra que dan los paneles es capaz de fomentar el crecimiento de forrajes diferentes, como pasto seco y heno. Una dieta que a las ovejas les encanta y a su sistema inmune… también.
Agrovoltaica: sinergia entre energía y agricultura
El descubrimiento ha ido más allá de lo esperado y así es como se ha conseguido sumar al creciente interés que hay por la agrovoltaica. Un enfoque que lo que busca es integrar de forma totalmente armónica la generación de energía solar con las propias actividades agrícolas. Todo, lejos de competir por el uso del suelo. Así, ambos sectores sacan ventajas de esa especie de fusión.
Otros ejemplos como estos se han visto en otras zonas del mundo. Por ejemplo, en Italia hay viñedos cubiertos con paneles solares que han producido vinos de más calidad con una mejor regulación de la humedad y de la temperatura en la maduración de la propia uva. Esta conexión permite proteger a los cultivos de ese excesivo sol y conservan así la humedad del suelo mucho mejor.
Beneficios ambientales y económicos
Este tipo de sistemas no solo puede mejorar la calidad de los productos, también tiene otras ventajas. Desde el punto de vista medioambiental, el uso de ovejas como cortacéspedes naturales hace que no se necesite tanta maquinaria, energía y mantenimiento. Eso se traduce en menor impacto para la tierra.
Económicamente, permite diversificar los ingresos de los productores rurales. A los beneficios obtenidos por la ganadería o la agricultura se suma el rendimiento de la energía solar. Esto hace que las comunidades que están en zonas rurales sean mucho más resilientes frente a los retos del cambio climático y la volatilidad de los mercados agrícolas.
Un modelo con futuro
Los resultados del estudio refuerzan la idea de que los sistemas agrovoltaicos no solo son compatibles, también son deseables. Logran una mayor eficiencia del uso del suelo, aumentan la productividad de las explotaciones y dan soluciones sostenibles a largo plazo y además mantenibles en el tiempo.
Así, con ese impulso de las energías renovables y la necesidad de sistemas mucho más sostenibles, integrar los paneles solares con la producción agropecuaria ya no parece un sueño. Es toda una realidad de la que todos y cada uno de nosotros podemos ser conscientes. Sin duda, una gran hazaña que fusiona tecnología y naturaleza en pro al bienestar humano. La fusión perfecta.