Está claro. Vivimos en un mundo que está en plena transición. Una transición a un estado más sostenible donde la Tierra, por fin, eje de gritar. Y aquí nace un concepto tan dispar como son las torres de bloques. Todo ello en una propuesta que nadie esperaba. Una propuesta que viene directamente de Energy Vault, una empresa suiza especializada en almacenamiento de energía de larga duración gracias a este sistema gravitacional.
¿Cómo funciona el sistema de almacenamiento gravitacional con torres de bloques?
El principio de este sistema se basa en algo simple: la energía eléctrica en energía potencial. Para todo ello, la compañía ha conseguido hacer una estructura que usa desde grúas a cabrestantes y así, se aplican bloques de hormigón.
Bloques con un peso que puede llegar a nada menos que 35 toneladas cada uno. Son estos bloques los que se elevan y acumulan la energía a medida que se van apilando. Así, cuando hay un exceso de energía, por ejemplo, puede ser en las horas donde hay más radiación solar o más viento, las grúas se elevan y transforman esa energía en energía potencial.
Ventajas del almacenamiento gravitacional
A diferencia de lo que suele pasar con las baterías de origen químico, que en su caso sí dependen de materiales raros y tienen una vida útil limitada, el sistema de almacenamiento da variadas ventajas. En su caso, los bloques de hormigón no tienen ningún tipo de tóxicos y su vida es mucho más larga. Todo sin que pierda de manera significativa energía “por el camino”.
Además de eso, la estructura metálica y los bloques de hormigón pueden fabricarse con materiales reciclados, lo que contribuye, y mucho más de lo que pensamos, a la sostenibilidad y a la economía circular.
Otro punto a favor es que es realmente barato hacerlo. Se estima en solo 0.05 dólares por kWh, algo que representa un tercio del dinero que cuestan los sistemas tradicionales de almacenamiento por bombeo. Su eficiencia global es alta, alcanzando alrededor del 90%.
Comparación con otras tecnologías de almacenamiento
Ahora bien, el almacenamiento gravitacional es una alternativa muy competitiva frente a lo que pueden ser otros tipos de tecnologías, como por ejemplo, las baterías de iones de litio que, aunque son bastante prometedoras o lo parecen, duran poco y requieren materiales que no son muy abundantes.
Por otro lado, el almacenamiento de energía por bombeo hidráulico, muy utilizado, pero que necesita de instalaciones en ubicaciones geográficas específicas, sobre todo en áreas montañosas, lo que limita su expansión. En cambio, las torres de bloques pueden construirse en una variedad de ubicaciones, incluso cerca de parques eólicos o solares.
El impacto ambiental y la sostenibilidad que representa
Si podemos citar un beneficio de este almacenamiento gravitacional, es que tiene muy poca huella ambiental. Y es que, a diferencia de las baterías tradicionales, que suelen depender de minerales raros y procesos complicados, estos bloques o torres pueden hacerse fácilmente a partir de materiales reciclados y no tienen tóxicos.
Además, se operan con principios físicos sencillos como la gravedad, por lo que la tecnología minimiza el uso de recursos adicionales y no genera emisiones contaminantes durante su funcionamiento.
Esta tecnología se mete de lleno, por tanto, en un movimiento mucho más amplio hacia la transición energética. Un movimiento que busca soluciones efectivas, sostenibles y económicamente viables. Algo que no es tan fácil como puede parecer a priori.
El almacenamiento de energía gravitacional está desarrollado por Energy Vault y da una alternativa a las soluciones “de siempre” de almacenamiento de energía. Su tecnología está totalmente basada en bloques de hormigón y el uso de la gravedad para almacenar y liberar energía tiene el potencial de revolucionar el sector de las energías renovables, como hasta ahora jamás se había hecho antes.