Hoy vivimos en un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son dos cuestiones muy importantes para el futuro de todos nosotros, y es que la búsqueda de nuevas formas de generar energía renovable sigue siendo hoy más que nunca la prioridad. Y dentro de estas novedades más interesantes dentro del campo de la energía limpia y la gestión de residuos, tenemos un concepto, el concepto de células de combustible microbianas. Un concepto que va más allá del simple nombre.
Tiene el potencial de revolucionar la forma en la que tratamos las aguas residuales y generamos electricidad de manera ecológica y además eficiente.
¿Qué son las células de combustible microbianas?
Estas células son dispositivos que usan bacterias y otro tipo de mecanismos para descomponer así la materia orgánica de los residuos y generar electricidad. Funcionan de forma parecida a las pilas que todos conocemos, pero en vez de usar químicos sintéticos, usan microorganismos para catalizar las reacciones y producir la energía.
El proceso comienza cuando se descompone la materia orgánica que está contenida en las aguas residuales. Después, a medida que los microorganismos van metabolizando la materia, van liberando electrones, electrones que son capturados en un electrodo. Es así como se hace una especie de magia que en verdad, no es como tal, es ciencia pura y dura.
Así es como los electrones fluyen a través de un circuito externo y generan electricidad, mientras que los productos en descomposición se liberan sin que haya un proceso de incineración. El potencial de las células de combustible microbianas en casa. La posibilidad de implementar este método en entornos más domésticos es una auténtica revolución a la hora de gestionar los residuos. Hoy, el tratamiento de aguas residuales en los hogares normalmente implica un proceso muy caro y energético que consume recursos y además lo contribuye de manera importante a la producción de energía.
Pese a ello, con el uso de las células se puede transformar en un recurso reusando como las aguas residuales, es decir, en una fuente de energía limpia y sostenible para todo el planeta.
¿Cuáles son las ventajas en el uso de este tipo de componentes?
En primer lugar, pueden generar electricidad a partir de aguas residuales. Así es como estas células van a convertir la basura en energía, algo que puede ayudar a reducir la dependencia a fuentes de energía no renovables.
El proceso de depuración de aguas, en este caso, implica el uso de químicos además de procesos caros que requieren energía y recursos.
Por otro lado, el uso de estas células contribuye a la sostenibilidad dentro de un hogar y es que permite a las personas generar su propia electricidad. Por último, a medida que esta tecnología mejore, es posible que las viviendas pueden generar electricidad para satisfacer las necesidades energéticas, como puede ser la iluminación, el funcionamiento de pequeños electrodomésticos o incluso la carga de dispositivos electrónicos.
¿Cuál es el futuro de estas células?
A pesar de los desafíos de estas células, que representan una de las áreas más importantes en el desarrollo de la tecnología, a medida que se van haciendo más investigaciones y mejoras en la eficiencia de estos sistemas, es probable que se convierta en una herramienta muy accesible para todo el mundo y no solo para unos pocos.
Así, en el futuro es posible que muchas casas no solo gestionen las aguas residuales de manera correcta, sino que también sean capaces de generar electricidad de manera autónoma y totalmente sostenible. De esta manera, el planeta Tierra por fin podrá descansar tranquilo y sonreír al ver como las personas son autosuficientes.