Hoy por hoy, en pleno cambio climático, es muy importante el hecho de buscar soluciones que sean tan novedosas como efectivas a la hora de dar opción a finalizar algo que ya da miedo de por sí: el temido calentamiento global. Es así como ha nacido una nueva idea: la de los bosques artificiales. Bosques que representan una solución mucho más prometedora para poder capturar el carbono y también generar energía limpia y lo mejor, sostenible para todo el planeta.
Mediante su crecimiento y su gestión estratégica, estos bosques pueden tener un papel clave, en lo que ya es una lucha. La lucha contra el cambio climático.
¿Cómo es el “secuestro” de carbono en bosques artificiales?
Los bosques artificiales están creados a partir de una plantación masiva de árboles en terrenos que previamente, no eran “boscosos” como son los sumideros de carbono. ¿Qué quiere decir esto exactamente? Que los árboles, en este caso, capturan dióxido de carbono de la atmósfera en su proceso de fotosíntesis y lo almacenan en su biomasa. A medida que estos árboles van creciendo, van acumulando también más carbono y así es como ayudan a reducir las concentraciones de CO2 en la atmósfera.
El proceso de “secuestro de carbono” en los bosques artificiales se puede incrementar mediante algunas prácticas concretas. Prácticas como la reforestación en áreas deforestadas o la forestación en zonas no boscosas.
Algo que no solo ayuda a combatir el calentamiento global, también da beneficios extra como la propia protección de los suelos.
Generación de energía a partir de bosques artificiales
Además de su papel en la captura de carbono, los bosques son una fuente de energía renovable. Los árboles que están plantados en los bosques pueden usarse para producir biomasa, ¿Qué es las biomasas? Un tipo de energía verde obtenida para quemar material orgánico como la madera. Así, se genera calor.
El uso de la biomasa como fuente de energía tiene ventajas importantes en comparación con los combustibles fósiles, como el carbón o el gas. Al quemar madera de los bosques artificiales, el CO₂ liberado se reabsorbe en el ciclo de vida de los nuevos árboles, lo que hace que el proceso sea más sostenible.
Beneficios extra de estos curiosos bosques artificiales
Nunca, lo artificial, ha sido tan bueno para todos. Además de este secuestro de carbono y la generación de energía, los bosques dan una variedad de beneficios extra. Como estos:
- Creación de hábitats para la fauna local: El hecho de plantar árboles en áreas que no tiene vegetación, puede hacer que se creen hábitats para algunas especies de animales. Algo que acaba promoviendo la biodiversidad.
- Prevención de la erosión del suelo: Las raíces de los árboles ayudan a estabilizar el suelo. Así se evitan los temidos deslizamientos de tierra.
- Mejoras en la calidad del aire: Los árboles en los bosques artificiales también hacen que el aire sea mucho más limpio y puro.
¿Qué consideraciones y desafíos tenemos por delante?
Aunque es cierto que los bosques artificiales dan muchas oportunidades para ese “secuestro de carbono” citado, como siempre pasa, hay desafíos. La plantación a escala masiva de árboles debe hacerse de forma cuidadosa. Esto es debido a que la deforestación o la plantación excesiva de árboles en ciertas zonas puede ser contraproducente a nivel de ecosistema.
Además, es importante el hecho de que esas iniciativas de biomasa se gestionen de manera totalmente responsable. Si las cosas no se hacen bien, usar esa biomasa puede llevar a la liberación excesiva de CO₂. Por lo tanto, será necesario aplicar prácticas de gestión forestal que sea sostenible y que pueda garantizar que los árboles, sigan su ciclo de manera totalmente natural.