La lavadora secadora, también llamada lavasecadora, es un electrodoméstico que combina los dos aparatos que necesitas para el lavado de tu ropa. Resulta ideal para aquellos hogares con poco espacio disponible, donde cada metro cuadrado cuenta. Pero, si el espacio no es el problema, ¿sigue siendo la lavadora secadora eficiente, o es mejor trabajar con dos electrodomésticos separados? En las siguientes líneas indagamos la posible respuesta a esta interrogante.
En primer lugar, debemos aclarar a qué nos referimos con una lavadora secadora: es un aparato híbrido que, en un único tambor, realiza el lavado y secado. No nos referimos entonces a una lavadora y una secadora apilada, que en realidad son dos electrodomésticos ubicados el uno sobre el otro, pudiendo estar o no integrados.
Comparando una lavadora secadora con una lavadora y una secadora individuales
Comencemos midiendo la eficiencia desde el punto de vista energético, es decir, de la cantidad de energía que requiere el aparato para realizar su función. Y, como es lógico, debemos compararla con la energía consumida por una lavadora y una secadora individual de similares características.
Por su naturaleza, es el proceso de secado el que demanda mayor energía, ya que se debe calentar el aire para poder evaporar el agua presente en las prendas luego del lavado. Como regla general, el secado realizado por una lavadora secadora consume mucha más energía que el ejecutado por una secadora individual. En parte, esto se debe a que la secadora individual está optimizada para hacer la única labor que le asignamos, mientras que la lavasecadora debe equilibrar el lavado con el secado.
Por lo anterior, si comparamos el consumo de un ciclo completo de lavado y secado en una lavadora secadora con un ciclo efectuado en una lavadora y una secadora por separado, es probable que en el segundo caso se consuma menos energía. En pocas palabras, desde el punto de vista energético, una lavadora secadora es menos eficiente que una lavadora y una secadora actuando separadamente. Por supuesto, esto en el caso de que todos los aparatos comparados posean una eficiencia energética equivalente.
Sigamos ahora comparando la eficiencia en el consumo de agua, que resulta muy importante en los hogares donde este es un recurso escaso. Acá la diferencia la establece la tecnología empleada para el secado de la carga de lavado.
Las lavadoras secadoras suelen utilizar agua fría para enfriar el vapor de agua extraído de la carga durante el secado. En cambio, las secadoras individuales modernas suelen emplear la tecnología de condensación por aire, que no requiere el uso de agua extra. Justo por esta diferencia, es que muchos usuarios opinan que la ropa queda algo húmeda cuando se seca en una lavasecadora.
Afortunadamente, recientemente las lavadoras secadoras están incorporando la tecnología de condensación por aire. Luego, en este caso el dictamen es simple: si la lavasecadora y la secadora usan igual técnica de secado, ambas opciones resultan igualmente eficientes en el manejo del agua.
Por último, consideremos la eficiencia en el uso del espacio: ¡en este aspecto, la lavadora secadora es, y por mucho, la más eficiente! De hecho, su forma compacta es lo que la hace la preferida para quienes moran en viviendas que disponen de poco espacio. Considera que incluso una lavadora y una secadora apiladas ocupan más espacio que una lavasecadora.
¿Es la lavadora secadora realmente eficiente?
Como puedes apreciar, la respuesta a si es la lavadora secadora realmente eficiente depende del aspecto que se considere, por lo que no hay una respuesta única. Si lo haces desde el punto de vista energético, la respuesta es que es menos eficiente que la lavadora y la secadora por separado. Si lo haces pensando en el consumo de agua, puede tener menor o igual eficiencia que el conjunto lavadora-secadora, dependiendo de la tecnología empleada para el secado. Y si se usa el criterio del espacio ocupado, la lavasecadora resulta mucho más eficiente.
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