Desde que Kirkpatrick Macmillan en 1839 inventara la bicicleta a pedales, este vehículo nos ha acompañado como medio de transporte, de entrenamiento o para la diversión. Sin embargo, en muchas comunidades del mundo estas están siendo empleadas como la base en la construcción de los generadores a pedal. A continuación, te indicamos cómo puedes hacer que tu bicicleta se convierta en un generador de energía y electricidad.
¿Qué es un alternador o dinamo?
La clave en la construcción de los generadores a pedal que emplean bicicletas es el alternador o dinamo. Justo usamos estos aparatos para recargar las baterías de nuestros automóviles y para alimentar las luces de las bicicletas.
Estos ingeniosos artefactos permiten transformar la energía cinética de un cuerpo en rotación en energía eléctrica, mediante un fenómeno conocido como inducción magnética. Y lo que resulta más curioso de los alternadores es que este es el mismo principio que emplean los motores eléctricos. Por lo tanto, ¡un alternador y un motor eléctrico son las dos caras de una misma moneda!
Cómo construir generadores a pedal
Seguro que ya has pillado hacia dónde se dirige nuestra propuesta de convertir tu bicicleta en un generador de energía y electricidad. La bici funciona mediante el principio de que el pedaleo realizado por su usuario se transmite a la rueda trasera mediante una cadena, y allí se transforma en un movimiento circular. Entonces, para construir un generador a pedal empleando una bicicleta, solo requieres un mecanismo que transmita el giro de la rueda trasera a un alternador.
Ahora bien, dependiendo de lo que desees alimentar con la electricidad generada, vas a necesitar o no un inversor de corriente. Esto es porque el alternador genera electricidad de corriente continua en 12 V, y los electrodomésticos y bombillas emplean corriente alterna en 220 V o 110 V.
Con la finalidad de almacenar la energía producida por los generadores a pedal, estos suelen acompañarse con una batería. Y hablando de baterías, selecciona una de 12 V con el tamaño adecuado para el uso deseado. Pero ten presente que, a medida que emplees una capacidad de carga mayor, más esfuerzo físico requerirás realizar en la bici para cargarla.
Aclarados los puntos teóricos principales, ahora te indicamos las instrucciones que debes seguir.
Construye una base para tu bicicleta
El primer paso es construir un soporte que te permita mantener la bicicleta en posición de uso. Puedes guiarte por los diseños de las bicicletas estacionarias o estáticas que se usan en los gimnasios. Emplea tu imaginación para crear un soporte simple sin soldaduras a la bici original, para que puedas retirarla y seguir empleándola como medio de transporte.
Adjunta el alternador a tu bicicleta
Coloca el alternador de 12 V en una base fija, de tal forma que el giro de la rueda trasera de la bici pueda transmitirse al eje del alternador. Generalmente, esto se logra añadiendo al eje del alternador un disco de contacto cubierto en su lateral con un material engomado, tal como el neopreno. Ten en cuenta que la transmisión en este caso se realiza por fricción, que no es un medio muy eficiente, ya que genera mucha pérdida por calor.
Otra opción, más eficiente pero a su vez más compleja, es emplear una correa entre la rueda trasera y el disco del alternador. En este caso, es probable que debas quitar la rueda trasera de la bici para colocar la correa y luego montarla de nuevo para accionar tu generador a pedal.
Haz las conexiones del generador de energía
Conecta los cables del alternador a la batería, respetando la polaridad: recuerda que estás trabajando con corriente continua. Puedes colocar un controlador de carga similar a los empleados en los paneles solares, para gestionar mejor la carga de tu batería. Y luego, conecta la batería al inversor y este a tus aparatos.
Y listo, ya puedes unirte a los usuarios de generadores a pedal, contribuyendo a la reducción de tu huella de carbono mientras te ejercitas en casa.