Durante años, la ganadería ha sido una de las principales actividades económicas en muchas zonas rurales de España. Pero las cosas están cambiando. En los últimos tiempos, muchos propietarios de terrenos dedicados a la cría de ganado están optando por una nueva vía: alquilar sus tierras para la instalación de placas solares. Lo que se conoce como arrendamiento solar.
Y no es casualidad. La rentabilidad, la estabilidad y la conexión con una transición energética imparable están empujando a muchos ganaderos a replantearse su modelo. ¿Estamos ante el final del pastoreo tradicional? No necesariamente. Pero sí ante un cambio de paradigma que ya está en marcha.
¿Por qué están cambiando de actividad?
La respuesta es clara: rentabilidad. Según Okdiario, un agricultor que antes obtenía apenas 100 € por hectárea con ganado, ahora está ingresando hasta 1.200 € al año por esa misma extensión de terreno gracias al arrendamiento solar. Un salto brutal.
Además, la ganadería no solo requiere mucho trabajo, también está expuesta a cada vez más incertidumbres: subidas de precios en piensos, enfermedades, falta de relevo generacional, y por supuesto, sequías y efectos del cambio climático. En cambio, alquilar el terreno a una empresa energética ofrece ingresos estables durante 25 o 30 años, sin los sobresaltos del sector primario.
¿En qué consiste el arrendamiento solar?
El modelo es bastante sencillo: el propietario cede el uso del terreno a una empresa que instala allí una planta solar. A cambio, recibe un pago anual, generalmente en forma de renta fija, aunque hay fórmulas variables según producción.
Es un acuerdo de largo plazo, pero sin perder la titularidad del terreno. Y lo más importante: muchos de estos acuerdos incluyen cláusulas de recuperación del suelo, es decir, que una vez finalice la vida útil de la instalación, el terreno vuelve a estar disponible para uso agrícola o ganadero.
La energía solar como alternativa a la ganadería tradicional
Esto nos lleva a una reflexión importante: ¿puede la energía solar sustituir realmente a la ganadería tradicional? La respuesta no es absoluta, pero sí apunta en una dirección clara.
Tal como señala Grupo RDS, ya hay proyectos de pastoreo solar donde placas y ovejas conviven sin problema. Las ovejas pastan entre las instalaciones y ayudan a mantener la vegetación bajo control. No es solo rentable, también es sostenible. Un ejemplo de cómo combinar tecnología y tradición sin renunciar a ninguna de las dos.
Este tipo de modelos híbridos está abriendo la puerta a nuevas formas de entender el campo. La energía solar como alternativa a la ganadería tradicional no implica necesariamente sustituirla del todo, sino reconfigurarla.
El cambio climático como catalizador
El impacto de la sequía en las últimas campañas ha sido devastador para la ganadería extensiva. Según Corteva, los cambios en las temperaturas, la falta de lluvias y el agotamiento del suelo están provocando que muchas explotaciones dejen de ser viables.
En este contexto, optar por arrendar el terreno para uso energético no solo es una salida lógica, sino también necesaria. Porque el futuro del campo también pasa por reinventarse.
¿Y qué dicen los que se oponen?
Como es lógico, también hay voces críticas. Algunos denuncian la “invasión” de plantas solares en zonas rurales, o temen que se pierda la esencia del paisaje agrario tradicional. Y es cierto que hay que establecer límites.
La clave está en la planificación. No se trata de cubrir todo de paneles, sino de hacerlo bien, con equilibrio, escuchando a quienes viven del campo y respetando los ecosistemas.
Un futuro compartido
El arrendamiento solar no es el enemigo del campo. Es una herramienta más. Una forma de dar estabilidad económica a quienes llevan años luchando contra todo tipo de adversidades.
Y no lo decimos solo nosotros. En Green Home Press hemos analizado el precio de la luz de hoy y cómo afecta directamente al bolsillo de miles de familias. Apostar por energías limpias generadas desde el mismo entorno rural no es solo rentable: es necesario.
Además, si te interesa el ahorro en casa, también deberías revisar tu consumo fantasma, que puede suponer hasta un 10 % extra en tu factura sin que te des cuenta.
Conclusión
La tendencia es clara: cada vez más propietarios están dejando atrás la ganadería tradicional para apostar por el arrendamiento solar. No es una moda. Es una respuesta real a un problema real: el campo necesita soluciones, y esta es una de las que mejor está funcionando.
El futuro será rural, sí. Pero también será renovable.