Todos sabemos bien que la energía eólica es uno de los principales pilares hoy. Un pilar que representa mucho mejor de lo que pensamos esa transición hacia energías más limpias. Y hoy, esa energía eólica ya es una realidad prácticamente en cualquier parte del mundo. Se trata de un desarrollo necesario, sin embargo, no todo el mundo conoce el daño que puede estar causando a la fauna y los animales que conviven con estos gigantes de acero.
Los parques eólicos marinos y su “para nada esperado” papel en la preservación de especies
Nadie lo esperaba. Cuando se piensa en energía eólica, lo suele asociar a turbinas eólicas, bien. Y si a esta asociación le añadimos animales, solemos pensar en las aves que, como muchos sabemos, chocan con sus aspas en muchas ocasiones.
Sin embargo, ahora hay novedades al respecto. Concretamente en el mar. Las turbinas eólicas marinas han dado un giro a esto. Hábitats inesperados para varias especies del mar. Y es que, según un famoso estudio de la Universidad de Wageningen que se ha publicado en la famosa revista de Ocean & Coastal Management, las turbinas en los Países Bajos se han convertido en una zona de paso y también, de posible residencia para especies como tiburones, rayas y los entrañables caballitos de mar.
Este tipo de animales han dejado ciertos rastros de su presencia en el agua, en forma de ADN, lo que ha permitido detectar su actividad sin la necesidad de verlos.
Todo parece indicar que esta zona, lejos de lo esperado, lejos de la amenaza de arrastre de pesca, está siendo un refugio para miles de animales que pueden nadar sin miedo, en su hábitat.
El impacto de las turbinas eólicas en las aves y murciélagos
Pero todo no podía ser tan bonito como esto. No todo es positivo si se considera ese impacto, y aquí, si nos vamos de nuevo a las aves…
La altura de estas torres puede alcanzar los 200 metros y la velocidad de las palas puede medir hasta los 85 metros. Esto es un peligro literalmente mortal para muchas especies. Sobre todo, las aves migratorias que habitan en estas zonas. Especies como cigüeñas, buitres o águilas también son víctimas de accidentes, que les cuesta la vida.
El problema es aún más grave para los parques eólicos marinos donde las aves pueden no ver las aspas por su rápida rotación. El impacto, alarmante. Se estima que miles de estas aves y murciélagos mueren cada año. Algo muy preocupante si vemos que muchas de ellas también tienen tasas de reproducción bajas. Esto hace que su extinción se acelere.
Soluciones para mitigar el impacto de las turbinas eólicas
El problema, es serio. Es el mismo problema que ha impulsado a los científicos y a las organizaciones a buscar soluciones para poder mitigar el daño de las turbinas en el ecosistema. Ciertas estrategias incluyen el diseño de turbinas sin aspas o bien, instalar cámaras de detección de aves o incluso luces infrarrojas que alerten a estos animales que las turbinas andan cerca. También se ha propuesto pintar las aspas con colores para que puedan ser vistas mejor. Todo es válido.
Así pues, la energía eólica hoy sigue siendo una alternativa para así poder combatir el cambio climático. Estos cambios deben hacerse siempre con cautela, poco a poco. Es esencial analizar y ver que no solo es positivo el hecho de reducir las emisiones de gases, también es necesario que las aves, que han estado ahí mucho antes que todas esas turbinas, sigan teniendo el terreno que por ley natural les corresponde, el cielo. Un cielo que debe poder garantizar la vida.