El tráfico no solo son ruidos, bocinas y mal humor. Ahora las cosas han cambiado. También puede ser una oportunidad para generar energía. Así es. Tres jóvenes estudiantes italianos han desarrollado algo capaz de transformar el movimiento de los coches en energía, un avance que podría revolucionar todo tal y como lo conocemos.
Así es el proyecto que transforma el tráfico en energía
Este proyecto, llamado Hydrocult, es un sistema basado en energía cinética que hace uso del tráfico para producir hidrógeno por electrólisis. Los jóvenes de Alessandria, Italia, han diseñado una tecnología que convierte la presión de los vehículos al pasar sobre ciertos badenes en energía.
Esta electricidad alimenta un electrolizador que separa el agua en oxígeno e hidrógeno, almacenando el hidrógeno para ser utilizado después… ¡Increíble!
Innovación sostenible para la movilidad eléctrica
Hydrocult es una alternativa eliminando el uso de baterías que todos conocemos y que a menudo dependen de materiales como el litio o el cobalto. En lugar de depender de baterías, se aprovecha la energía que se genera por la presión de los coches, lo que convierte el tráfico en una fuente de energía limpia. Pero hay más, porque la energía que se consigue no solo es limpia, sino también autosuficiente.
El sistema también puede implementarse en zonas urbanas y en autopistas, donde el tráfico puede generar una fuente continua de energía. Es un enfoque diferente para minimizar el impacto ambiental, y da una solución para poder generar hidrógeno de manera limpia.
Una educación técnica con visión ecológica
El éxito de Hydrocult es el resultado de un enfoque pedagógico que integra ciencia aplicada, sostenibilidad y resolución de problemas reales. El director, el Ing. Giorgio Laganà, ha hablado de la importancia que tiene inculcar estos valores y esta educación a todos los jóvenes.
El proyecto ha comenzado a ganar popularidad tras ganar el concurso “Idrogeno al Quadrato” y fue seleccionado para competir en la Regeneron International Science and Engineering Fair este año 2025 en Columbus, Ohio. La iniciativa ha contado con el apoyo de diversas instituciones locales, como el Comune di Alessandria y la empresa Syensqo.
Impulso hacia una transición energética verde
Hydrocult se alinea con los principios de la transición energética y la reducción de la huella de carbono.
Consigue hacer hidrógeno verde de manera local y sin tóxicos, este sistema no solo ayuda a conseguir una movilidad más limpia, también ofrece un modelo novedoso que evita los residuos generados por las baterías de siempre. Son estas tecnologías las que ayudan a reducir la dependencia de infraestructuras que contaminan, como las estaciones de carga que aún tienen materiales peligrosos como el amianto, carcinógeno.
El futuro de la movilidad limpia
El potencial de Hydrocult va más allá de un invento sin más: demuestra que es posible hacer hidrógeno de forma limpia. Tiene también la capacidad de ser parte de infraestructuras existentes, como peajes, rotondas y estaciones de servicio.
Además, el hecho de mimetizarlo con la vida cotidiana reduce el impacto ambiental y lo mejor es que también fomenta la economía circular, además de promover una participación activa de la juventud en la creación de soluciones para un futuro más sostenible. Un futuro en el que por fin estemos orgullosos de ser humanos. De ser elementos esenciales de este planeta azul.
El caso de Hydrocult es un ejemplo de cómo, si educamos a nuestros jóvenes desde la infancia en ciencia y sostenibilidad, podemos conseguir algo mucho más importante que un solo invento: podemos cambiar el futuro de la humanidad y de la Tierra. Un futuro que hoy por hoy, es bastante incierto, pero que con proyectos e inventos como estos vamos a conseguir cambiar.