La conocida refinación del petróleo crudo es un proceso interesante. Un proceso capaz de convertir ese petróleo en energía. Algo importante si consideramos que en la industria de todo el planeta, se consume más o menos un 1% de energía.
El proceso, es igual de curioso que el nombre y se produce por la destilación que genera nada menos que un 6% de las emisiones de CO2 del mundo. Todo ello debido a que se necesita demasiado calor para poder separar los componentes de ese crudo. Pero ahora, las cosas parecen estar cambiando, se ha desarrollado una técnica que puede reducir en, nada menos, que el 90% la energía que se usa al separar esos hidrocarburos. Algo que puede llegar a transformar la industria del petróleo tal y como la conocemos hoy.
La nueva membrana de filtrado molecular: la nueva energía del petróleo
Los ingenieros del MIT han creado una membrana que es capaz de filtrar los componentes que tiene el petróleo crudo según su tamaño molecular. Todo ello, eliminando la necesidad de ese proceso citado de destilación. Un proceso que consume demasiada energía.
Se trata de un enfoque diferente a todo lo que conocemos. Se basa en el calor para conseguir separar los productos como la gasolina, el diésel o el aceite de calefacción. En vez de calentar las mezclas, la membrana es capaz de separar los componentes del petróleo según su forma y su tamaño. Algo que permite reducir de forma drástica el uso de la propia energía.
Zachary P. Smith, es uno de los profesores asociados de ingeniería en el MIT y ha explicado que la clave es que los filtros que se han desarrollado van más allá y pueden separar moléculas pequeñas a escala atómica, algo que facilita la filtración de los hidrocarburos.
Así es como la membrana que se ha conseguido desarrollar no solo es capaz de separar los componentes pesados y ligeros, también resiste ese hinchamiento, un problema muy común con otros tipos de membranas de separación del petróleo. Además, esta tecnología se puede fabricar usando un proceso que ya se conoce bien. Esto es buena noticia para poder facilitar su expansión en una producción a gran escala.
La inspiración en la desalinización del agua
¿De dónde viene esta técnica que nunca antes se había pensado? Como siempre, en la propia experiencia y la naturaleza más esencial. La técnica de la membrana se inspira en la tecnología de desalinización de agua que desde el año 1970 ha permitido reducir nada menos que en un 90% el consumo energético para poder purificar el agua.
Hay algunos investigadores que han podido adaptar los polímeros que se usan en los famosos filtros de osmosis inversa. Un proceso que ha conseguir transformar del todo la industria del agua.
En lugar de usar ese enlace tradicional en los monómeros, los científicos han modificado el material usando un enlace más duro, más rígido. Algo que permite que esos hidrocarburos se desplacen más rápido por la membrana sin causar hinchazón.
Además de eso, han introducido un nuevo monómero que se llama tripticeno que ayuda a formar poros más precisos y más persistentes, mejorando la capacidad de separar los diferentes elementos del petróleo en crudo. Así, gracias a todos estos cambios, la membrana es mucho más estable y puede separar los hidrocarburos.
Se trata de un avance que nos da grandes esperanzas. Esperanzas de mejorar al máximo la eficiencia de esa refinación. Además, va más allá ya que va a emitir reducir el impacto ambiental que está asociado con la producción del a energía. Todo esto, marca un avancen el camino hacia lo que ya es un futuro que vemos, verde, sostenible y puro.