En los climas templados, contar con agua sanitaria caliente no es un lujo, sino una necesidad. Tradicionalmente, toda la energía empleada en esos hogares para calentar se va por el desagüe junto con el líquido. Al menos por ahora, ya que existe una solución prometedora, que nos permite recuperar parte de esa energía y darle una segunda vida: los recuperadores de calor de aguas grises.
En promedio, para una ducha requerimos unos 55 litros de agua a una temperatura de alrededor de 38 °C. Apenas la usamos, dicha agua se mezcla con jabón y suciedad y se va por la tubería, llevándose consigo una cantidad considerable de energía térmica (calor). Basta analizar la cantidad de duchas que en casa se toman al mes para comprender cuánta energía es desperdiciada.
¿Y si no tuviese que ser tanto el desperdicio de calor? Sabemos que un cuerpo más caliente transfiere parte de su calor a uno más frío. Y justo ese es el principio que emplean los recuperadores de calor de aguas grises.
Los recuperadores de calor de aguas grises
Los recuperadores de calor de aguas grises son sistemas que permiten precalentar el agua sanitaria, aprovechando el calor de las aguas grises. En el uso doméstico, dichos sistemas suelen utilizar las aguas grises de los baños, ya que son las que manejan mayor caudal.
La forma más común de un recuperador de calor de aguas grises doméstico es un sistema que se instala directamente en el bajante o ramal de aguas grises del baño. Se instala un intercambiador de calor de doble pared, es decir, en el que un tubo está colocado dentro de otro de mayor diámetro. Cuando el agua gris caliente fluye por uno de ellos, se hace circular agua limpia fría en dirección contraria por el otro. El agua gris transfiere calor al tubo interno, donde lo absorbe el agua limpia.
El intercambio de calor que ocurre en el sistema es el que garantiza el ahorro energético. Por ejemplo, si el agua limpia ingresa a 10 °C, el sistema es capaz de elevar su temperatura hasta los 24 °C. Si bien aún el agua limpia debe ir a un calentador, este precalentamiento ahorra aproximadamente el 40% de la energía requerida.
Esta tecnología ya ha sido probada en amplia escala, en países templados como Canadá. Allá se impulsa su uso mediante programas que ofrecen subvenciones y objetivos claros de ahorro energético. En cambio, en muchos países europeos, como España, la adopción de estos recuperadores de calor está en pañales.
Ventaja de los recuperadores de calor de aguas grises
La principal ventaja de este sistema es el ahorro que permite en la factura de los servicios energéticos de la vivienda (electricidad o gas). Menos gasto en energía implica dinero disponible para satisfacer otras necesidades del hogar o para su ahorro.
También su empleo produce un impacto ambiental positivo, al permitir la reducción de la huella de carbono del hogar. Y menos gases de efecto invernadero significa un gran paso hacia la mitigación del calentamiento global.
Una ventaja adicional que ofrecen los recuperadores de calor en la vivienda es que generalmente son de relativa fácil instalación, lo que disminuye la inversión inicial. Incluso, en construcciones o ampliaciones, pueden contemplarse desde el diseño inicial, integrándolos en la red de fontanería.
En definitiva, los recuperadores de calor de aguas grises son una herramienta tangible para crear hogares más energéticamente eficientes, ahorrar dinero y contribuir a un futuro más sostenible. La próxima vez que tomes una ducha, piensa en ese calor que se escapa: ¡con un recuperador, ese calor podría volver a trabajar para ti y ahorrarte dinero!
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