La elección entre un vehículo diésel o de gasolina ha sido durante mucho tiempo un dilema para los conductores. Los dos tipos de combustible presentan beneficios e inconvenientes que pueden tener un impacto considerable en tu experiencia de manejo. A continuación, examinaremos los beneficios y desventajas de cada alternativa para que puedas tomar una decisión apropiada.
El diésel, también conocido como gasoil o gasóleo, y la gasolina son ambos combustibles de origen fósil, producidos por destilación del petróleo. Su densidad es diferente, siendo la de la gasolina de alrededor de 0,75 g/cm³ y la del diésel de 0,83 g/cm³. Esto significa que el diésel es ligeramente más denso que la gasolina.
Por otra parte, la gasolina es más volátil e inflamable que el diésel, resultando este último más denso y aceitoso. Esto implica que el gasoil necesita más temperatura para que se provoque la combustión, en comparación con la gasolina.
El diésel, combustible potente y eficiente
El funcionamiento del motor diésel se basa en la autoignición, es decir, el combustible se enciende por sí solo debido a las altas temperaturas alcanzadas por la compresión del aire dentro del cilindro.
Los motores diésel generan más par motor a bajas revoluciones, lo que se traduce en una conducción más suave y una mejor prestación en situaciones que requieren mayor fuerza. Por esto resultan ideales para vehículos de cargas pesadas, sobre todo en vías que poseen pendientes pronunciadas o condiciones de conducción exigentes.
En trayectos largos y a velocidades constantes, los motores diésel ofrecen una mayor eficiencia en el consumo de combustible. Esto implica que pueden recorrer mayor distancia con igual consumo de combustible que un motor de gasolina. Justo por esta cualidad es que estos motores suelen emplearse en el transporte ferroviario y marítimo.
Ahora bien, la naturaleza del funcionamiento del motor diésel implica el uso de partes más resistentes, por lo que los vehículos diésel suelen ser más costosos. Y por igual razón, sus reparaciones suelen ser más onerosas que las de los motores de gasolina.
Otra desventaja de los motores de gasoil es que son de los que generan mayor contaminación ambiental. Aunque las nuevas tecnologías han reducido significativamente estas emisiones, distan mucho de cumplir con los nuevos estándares de emisiones de gases contaminantes.
La gasolina: Versatilidad y suavidad
Los motores de gasolina funcionan por ignición, es decir, requieren de una bujía que encienda el combustible comprimido. Por ello, no requiere trabajar bajo gran presión, y sus piezas pueden ser menos resistentes que las de los motores diésel. Esto hace que estos motores resulten más económicos de adquirir y reparar.
Los motores de gasolina ofrecen una conducción más suave y una respuesta más rápida a altas revoluciones. Son ideales para quienes buscan un vehículo ágil y divertido de conducir, ya que ofrecen una conducción más placentera.
Las nuevas tecnologías desarrolladas en el campo automotriz permiten que los motores de gasolina sean más respetuosos con el medio ambiente que sus contrapartes de diésel. Sin embargo, aún presentan un relativamente alto nivel de emisión de gases contaminantes.
Vehículo diésel o de gasolina: ¿cuál es la mejor opción?
La elección entre un vehículo diésel o de gasolina depende de varios factores, por lo que no hay una respuesta absoluta a la anterior interrogante.
Si realizas muchos kilómetros al año, un diésel suele ser más rentable a largo plazo gracias a su mayor eficiencia. También resultan una mejor selección cuando el vehículo se emplea para transportar carga relativamente pesada.
Ahora bien, para conducir principalmente por la ciudad o en viajes interurbanos de trayectos cortos, un vehículo de gasolina suele ser una mejor opción. También lo es cuando el presupuesto para la adquisición del coche es limitado.
Por último, debe considerar que las restricciones a los vehículos diésel son cada vez más comunes en algunas regiones europeas.
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