La salud respiratoria y el grado de confort que ofrecen nuestros hogares dependen significativamente de una adecuada ventilación. No en balde, la arquitectura tradicional ha privilegiado el uso de patios internos, los cuales, junto a puertas y ventanas, permiten el adecuado flujo de aire en el interior de la vivienda. A continuación, te indicamos la relación entre ventilación natural y calidad del aire, y cómo con simples acciones puedes transformar tu hogar en un espacio saludable.
Piensa en las edificaciones antiguas del centro de Madrid, Barcelona o cualquier poblado español, con sus patios interiores. ¿No te has fijado en cómo, incluso en los días más calurosos, se siente una brisa refrescante? Eso es la ventilación natural en acción.
La ventilación natural, en esencia, es el proceso de renovar el aire interior de nuestros hogares utilizando corrientes de aire naturales, sin necesidad de recurrir a sistemas mecánicos. Es aprovechar la energía transmitida por los vientos para ventilar adecuadamente los espacios interiores de la edificación.
Ventilación natural y calidad del aire
¿Has pensado alguna vez en la calidad del aire que tú y los tuyos respiran dentro de tu propia casa? Y que la aireación natural no es solo cuestión de confort, sino que también lo es de salud.
Diversas causas originan que el aire interior poco a poco se vicie, por acumulación de polvo, polen, ácaros y otros contaminantes. Estos pueden actuar como alérgenos, es decir, como desencadenantes o agravantes de problemas respiratorios como el asma y las alergias.
Por otra parte, también en el aire interior se acumulan contaminantes como el dióxido de carbono (CO2), compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros gases nocivos. Estos pueden causar dolores de cabeza, fatiga, irritación de ojos y garganta, y otros problemas diversos de salud.
Luego, es importante para los habitantes del hogar, sobre todo para los que pasan mucho tiempo en su interior, que el aire se renueve constantemente. Una inadecuada renovación de aire natural puede tener un impacto negativo significativo en la salud respiratoria.
Consejos prácticos para mejorar la ventilación natural
Como quedó en evidencia, existe una estrecha relación entre ventilación natural y calidad del aire. Siguiendo estos simples consejos, puedes mejorar el aireamiento natural de tu vivienda y con ello la salud respiratoria de sus ocupantes.
En primer lugar, debes aprovechar la ventilación cruzada en tu morada, abriendo ventanas y puertas opuestas para crear corrientes de aire. Así creas una diferencia de presión que impulsa el aire a través de la vivienda. El aire fresco entra por una abertura y el aire viciado sale por la opuesta, creando una corriente que renueva naturalmente el aire interior.
Si vives en una ciudad donde existe cierto grado de contaminación en el aire, es aconsejable que emplees la ventilación cruzada a primera hora de la mañana o al anochecer. En dichos momentos el aire exterior suele estar más limpio y fresco.
Si tu vivienda tiene problemas de humedad, ya sea debido a filtraciones o a estar ubicada en la costa, es imperante que mejores su ventilación. Generalmente, el aire entrante absorbe la humedad y retira las esporas del moho, evitando que este prolifere.
La sapiencia ancestral permite reconocer ciertas plantas que actúan como purificadoras naturales del aire, eliminando determinadas toxinas. Algunas de ellas son el poto (Epipremnum aureum), la lengua de tigre (Sansevieria trifasciata), el espatifilo (Spathiphyllum) y la palmera de bambú (Chamaedorea seifrizii). Puedes colocar algunas en tu vivienda para que ayuden a mantener el aire limpio, mientras otorgas una ambientación más natural en tus interiores.
Como puedes ver, hay una relación estrecha entre ventilación natural y calidad del aire. Por ello, es fundamental que explotes la circulación natural del aire en tu vivienda, adoptando los simples consejos antes dados.
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