La revolución de los microchips de tecnología ultraficiente ya está aquí y promete llevarnos hacia un futuro más sostenible y eficiente en diversos sectores. Estos diminutos componentes, que son el corazón de la mayoría de nuestros aparatos electrónicos, están experimentando una transformación radical.
Ahora bien, ¿cómo un microchip se hace ultraeficiente? La clave reside en la reducción de las pérdidas de energía durante el procesamiento de información. Los microchips tradicionales generan calor, energía que se desperdicia. Los nuevos diseños, en cambio, minimizan este calor, aprovechando al máximo cada electrón.
Uso de ondas de terahercios en los microchips de tecnología ultraeficiente
Las ondas de terahercios (THz) son una forma de radiación electromagnética que se encuentra en el espectro entre las microondas y la luz infrarroja. Es decir, son de naturaleza similar a la de la luz que percibimos con nuestros ojos (espectro visible), pero poseen menor frecuencia y mayor longitud de onda.
En la transmisión de voz y datos de forma inalámbrica, emplear una frecuencia mayor significa poder transportar más información. Esto hace que, para tal fin, las ondas de terahercios tengan mayor potencial que las microondas. Entonces, ¿por qué no la hemos estado usado hasta ahora y nos hemos conformado con las microondas?
La respuesta corta a la anterior pregunta es que disponemos de componentes y sistemas ampliamente disponibles y asequibles para la generación, transmisión y recepción de microondas. Simplemente, nuestros chips semiconductores no permiten crear ondas de terahercios suficientemente potentes para emplearlas en nuestras comunicaciones. Esto debido a que ocurre una pérdida significativa de transmisión en el límite aire-silicio de los semiconductores.
Para superar estas limitaciones, recientemente un grupo de científicos y tecnólogos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) desarrollaron un sistema de amplificador-multiplicador de terahercios. Mediante el empleo de microchips de tecnología ultraeficiente, han logrado una mayor potencia radiante que los dispositivos actualmente existentes.
La tecnología MIT de ondas de terahercios en los microchips de tecnología ultraficiente
La tecnología de microchips propuesta por el MIT se basa en una teoría electromecánica conocida como “matching” (coincidencia). Esta permite igualar las constantes dieléctricas de silicio y aire, lo que minimiza la cantidad de señal que se refleja en el límite entre ambos materiales. Se impide así que las ondas de terahercios se reflejen en dicho límite, y con ello, que estas puedan transmitirse eficientemente.
Los desarrolladores de esta tecnología seleccionaron un material de sustrato de bajo costo y comercialmente disponible. Y mejoraron el rendimiento mediante la impresión de microagujeros realizados con un cortador láser. Esto hace que esta tecnología sea técnica y económicamente viable para la producción industrial de microchips de tecnología ultraficiente.
La revolución de los microchips de tecnología ultraficiente
El empleo de estos microchips promete revolucionar la tecnología que está al alcance de tu mano. Móviles que duren días sin cargar, ordenadores que consuman como una bombilla de bajo consumo y electrodomésticos que reduzcan drásticamente nuestra factura de la luz. Vehículos eléctricos con autonomía impensable, que supera los anhelos de los conductores más exigentes. ¡Quién no querría eso!
Pero el principal beneficiado sería nuestro medio ambiente, ya que se disminuiría la huella de carbono de infinidad de industrias. Solo piensa en el ahorro energético que esta tecnología significaría para los gigantes de internet y del trading, que consumen actualmente ingentes cantidades de energía.
Aún es pronto para saber el alcance total de esta revolución, pero una cosa está clara: la eficiencia energética ha dejado de ser una utopía para convertirse en una realidad palpable. Nos ofrece un posible futuro donde disfrutaríamos de todas las comodidades de la vida moderna sin comprometer el planeta. Personalmente, creo que estos microchips de tecnología ultraficiente son un paso agigantado en esa dirección.
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