Es probable que ya conozcas alguna de las frecuentes comparaciones del tipo freidora de aire vs. sartén que suelen hacerse por distintos medios. En este artículo nos salimos del molde, y te proponemos una comparativa diferente entre dichos electrodomésticos, ya que nos enfocaremos en su impacto ambiental. ¿Cuál es la opción más ecoamigable? En las siguientes líneas la conocerás.
Desde tiempos inmemoriales, el humano ha tenido preferencia por la cocción mediante la fritura de los alimentos. El sabor y la textura que produce este método culinario hacen que esté presente en los platos típicos de todas las regiones del mundo. De hecho, los aceites y grasas empleados para freír nuestras comidas son uno de los productos de mayor demanda a nivel mundial.
A finales del pasado siglo surgió una preocupación generalizada en el mundo sobre los efectos nocivos que podía generar una dieta rica en productos fritos. Estudios indicaron que este método tiende a generar grasas trans, sobre todo cuando se emplean aceites de baja calidad.
Buscando ofrecer una forma de cocción similar a la fritura, pero sin el uso de aceites, los tecnólogos desarrollaron las freidoras de aire. A pesar de su nombre comercial, este aparato no es otra cosa que un pequeño horno de convención de alta potencia. Funciona forzando una circulación rápida y uniforme del aire caliente, que cocina los alimentos y produce en ellos una textura similar a la generada por la fritura.
Freidora de aire vs. sartén, ¿cuál es más ecoamigable?
Nuestra comparación de freidora de aire vs. sartén inicia desde la arista del consumo energético. Verás que en esta arista no hay un ganador claro, ya que todo depende de la forma como usas cada uno de estos aparatos.
Cuando haces uso de una sartén de dimensiones apropiadas para la cantidad de alimento contenida sobre una placa de inducción eficiente, generas un consumo de energía de unos 0,4 kWh. Si en su lugar empleas una freidora de aire, puedes consumir una cantidad similar de energía eléctrica. Luego, no hay una diferencia significativa entre el rendimiento de uno y otro aparato.
La comparación anterior, por supuesto, no es válida para todo tipo de alimento: las patatas fritas, las alitas de pollo y los nuggets de pollo se cocinan rápidamente en una freidora de aire. En contraparte, los filetes gruesos y las pechugas de pollo se cocinan más lento, en comparación con cuando se emplea un sartén.
Otra arista en la comparación de freidora de aire vs. sartén es el empleo del aceite. Obtenerlo implica el cultivo de la materia prima, la extracción y purificación del producto y su posterior transporte hasta tu hogar. Y esto no solo genera una considerable huella de carbono, sino también un importante nivel de desperdicios. Bajo esta mirada, es la freidora eléctrica la que representa la mejor opción.
Prosigamos ahora analizando el propio proceso de fabricación de cada uno de los aparatos comparados. Las sartenes se elaboran con metales y materiales cerámicos, cuya extracción y procesamiento tiene un impacto en el planeta. Pero, si se considera que estas tienen una altísima durabilidad si se usan adecuadamente, y que sus materiales son fácilmente reciclables, dicho impacto decrementa.
En la otra esquina, las freidoras de aire son fabricadas con múltiples materiales, incluyendo plásticos y circuitos electrónicos que contienen trazas de elementos pesados. Estos materiales, además de tener su propia huella de carbono, no solo son complicados de reciclar, sino incluso de manejar como desecho. Y a esto hay que sumarle la obsolescencia programada que le resta artificialmente vida útil a este tipo de aparato.
Analizando lo expuesto en los dos párrafos anteriores, queda claro que, desde el punto de vista de los materiales y procesos de fabricación empleados, es el sartén quien resulta más eco-amigable.
Por último, un estudio publicado en la revista científica Indoor Air, titulado Impacto de los métodos de cocinado en la calidad del aire interior, nos permite introducir otra importante arista en nuestro cotejo. El mismo demuestra que en la comparación freidora de aire vs. sartén, la primera gana cuando analizamos la calidad del aire interior de la cocina.
En dicho estudio se compararon las cantidades de partículas en suspensión (PM) y los compuestos orgánicos volátiles (VOC) generados por ambos tipos de cocción, y el resultado fue sorprendente. Una fritura ligera en la sartén genera 150 veces más emisiones de PM que una freidora de aire. Mientras que la fritura en abundante aceite que solemos emplear en casa genera más de doce veces emisiones de PM. Luego, la selección apropiada para mantener el aire de la cocina limpio es la freidora eléctrica.
Como puedes ver del anterior análisis, no hay una respuesta certera sobre cuál de los dos electrodomésticos analizados es el más ecológico. En la comparativa de freidora de aire vs. sartén, no hay un ganador claro en lo que respecta a cuál resulta más ecoamigable.
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