Lo de generar luz a la luz de las velas ya es cosa del pasado. Hoy, la mitad de la electricidad que se consume es de los electrodomésticos y en ellos, las etiquetas energéticas tienen mucho que decir.
Desde el año 2021, las etiquetas energéticas de los electrodomésticos cambiaron. Y no solo en España: cambiaron en toda la Unión Europea. Si no sabes muy bien qué significan, te lo contamos al detalle.
¿Por qué se han cambiado las etiquetas energéticas en los electrodomésticos?
Durante muchos años, las etiquetas incluían alguna clasificación como la A+, A++ y A+++, pero eran etiquetas un tanto confusas.
De hecho, la mayoría de los aparatos de estas características eran de categorías superiores, lo que suponía un reto para saber cuál era o cuál no era eficiente. Y ese es el motivo. El principal motivo por el que se decidió volver a la escala de la A la G. Más fácil para todos.
Así es como con este sencillo cambio, un electrodoméstico que antes tenía una A+++, ahora puede parecer como B o C. Y no es para nada porque sea menos eficiente, sino por el hecho de que los criterios de ahora son mucho más exigentes y, sencillamente, están pensados para dejar cierto margen a las innovaciones del futuro. Así es como la clase A queda reservada a los productos más punteros, que están por venir y seguro nos dejan a todos boquiabiertos.
¿Qué información ofrece la nueva etiqueta?
Desde el propio agua por ciclos, el nivel de ruido y su eficiencia en tareas más concretas, como el centrifugado que todos conocemos.
Como antes, el diseño es muy ameno y “visual”. Tenemos letras que van de la A con ese verde oscuro hasta la G, rojo y por tanto, nada eficiente. Es gracias a esos colores como es mucho más fácil identificar.
¿Qué electrodomésticos deben llevar esta etiqueta y cuáles no?
Desde hace 4 años, es totalmente obligatorio que lleven la etiqueta:
Desde marzo de 2021, es obligatorio que lleven la nueva etiqueta energética:
- Las lavadoras
- Secadoras
- Frigoríficos
- Congeladores
- Televisores y monitores
- Lavavajillas
- Lámparas y bombillas
- Aires acondicionados
¿Cómo leer las etiquetas energéticas?
Es muy simple, solo has de saber que la etiqueta va de la A la G. Cuanto más cerca está la A, más eficiente es. Pero hay más que saber: has de mirar el consumo eléctrico. Un consumo que está expresado en kWh por cada 100 ciclos.
También puedes ver los pictogramas que van variando según cada elemento. Por ejemplo, en una lavadora vemos carga en kilos, consumo de agua por ciclo y duración o nivel de ruidos. Todo esto te ayuda a comparar entre modelos más allá de la simple eficiencia eléctrica.
¿Y qué ha pasado con las antiguas A+, A++ y A+++?
Ya no existen. Ahora todo se resume a siete clases, de la A la G, para evitar confusiones. Es un cambio que busca algo que va más allá de lo que podemos pensar: animar tanto a quien fabrica los electrodomésticos como a quien los usa, a ser más eficientes y respetar todo lo posible, el medio ambiente.
¿Cuánto puedes ahorrar con un aparato eficiente?
La diferencia se nota, y mucho. Cambiar tu vieja nevera por una eficiente puede suponerte un ahorro de hasta 50 euros al año. Si esto lo vamos multiplicando por todos los electrodomésticos…
¿Ves mejor la importancia de entender las etiquetas energéticas? Es una clave. La clave de comprar de manera sensata e inteligente. No solo con los aparatos que consumen y contaminan menos, también lo vas a notar en tu propia economía, mucho más de lo que piensas.