Funcionarios de los Estados Unidos de América recién manifestaron haber descubierto que algunos inversores de potencia fabricados en China podían ser controlados de forma remota. Dentro de la guerra económica que se ha desatado entre estas dos colosales potencias, este hallazgo fue interpretado por muchos como una amenaza silenciosa en la energía renovable de los EE. UU. ¿Merece este hecho poner en alerta a los norteamericanos o es una exageración?
El reciente apagón ocurrido en la península española ha puesto en manifiesto lo vulnerables que resultan las redes eléctricas en las que las energías renovables poseen una participación importante. Algunas redes de distribución estadounidenses poseen una importante dependencia de la energía solar, lo que las hace sensibles a fallas por carencia de inercia eléctrica. Luego, es normal que la noticia relacionada con los inversores de potencia chinos no pasase desapercibida.
¿Qué son los inversores de potencia y cuál es el riesgo latente?
Los inversores de potencia de una instalación solar son los dispositivos encargados de transformar la corriente continua generada en los paneles en la corriente alterna. Es decir, sin su funcionamiento sería imposible aprovechar la energía eléctrica generada en las placas solares para alimentar nuestros aparatos, o para alimentar la red eléctrica. Luego, un mal funcionamiento de un inversor solar puede poner en jaque a la instalación solar a la que pertenece.
Cuando consideras que un acceso remoto a un inversor de potencia es una puerta abierta para que artificialmente se genere una falla, puedes entender por qué algunos califican esta situación como una amenaza silenciosa en la energía renovable. Cualquier malévolo actor, extranjero o incluso propio, puede aprovechar esta vulnerabilidad para desactivar, de forma remota y en simultáneo, un gran número de inversores. Y esto, en un escenario de conflicto, puede generar un caos significativo en algunas regiones de los Estados Unidos.
Incluso, el solo hecho de que el dispositivo pueda transmitir parámetros asociados a su uso es interpretado por muchos como una forma de espiar datos de consumo energético y patrones de usanza. Una información que, analizada a través de la big data de miles de inversores, puede determinar la vulnerabilidad de las redes energéticas estadounidenses.
Como puedes observar, hay razones para interpretar el acceso remoto a los inversores de potencia como una amenaza silenciosa en la energía renovable.
¿Cómo China descarta la calificación de amenaza silenciosa en la energía renovable?
China ha calificado esta noticia como una exageración de parte de los estadounidenses, cuya intención final es descalificar a los productos chinos. Indican que no es de extrañar que, dentro de la guerra económica desatada por el actual presidente norteamericano, se recurra a la dramatización de los hechos.
Los fabricantes chinos reconocen que tienen acceso remoto a los inversores, ya que estos emplean un software que requiere ser eventualmente actualizado para mejorar el funcionamiento del aparato. Y que el acceso remoto es una tendencia propia del mercado de muchos aparatos, que es incluso empleada por los mismos fabricantes norteamericanos de diferentes rublos.
Ponen como ejemplo el caso de los televisores inteligentes, las cámaras de vigilancia y las laptops, fabricadas en los Estados Unidos y sus países aliados. Estos también permiten el acceso remoto “con fines de actualización”, y a pesar de tener cámaras de video, no se han emitido alertas por espionaje en EE. UU.
Como puedes concluir, en la era de la interconexión, es difícil equilibrar el riesgo de amenazas a la seguridad con las actualizaciones remotas de los productos. Lo cierto es que Estados Unidos ha desatado una guerra comercial contra China, y no sería nada extraño que incluyese en ella, con razón o sin ella, a los sistemas de energía solar. Los fabricantes chinos dominan plenamente dicho mercado, ofreciendo productos de mayor calidad y a menores precios que los fabricados en Norteamérica.
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