La energía solar nocturna: lo que sí se puede hacer (aunque no lo parezca)
Cuando uno oye hablar de energía solar nocturna, lo más normal es pensar: “pero si no hay sol, ¿cómo va a funcionar?”. Y claro, tiene sentido. Pero si miramos bien, veremos que no se trata tanto de generar electricidad durante la noche, sino de algo más sencillo: usar lo que ya hemos generado durante el día, de forma inteligente.
Y ahí entra todo el tema del almacenamiento. Porque sí, se puede aprovechar la energía solar después de la puesta del sol. Solo hace falta tener el sistema adecuado.
No se trata solo de producir, sino de guardar bien
Esto es clave: durante las horas de sol, los paneles solares trabajan a tope. Pero muchas veces producen más de lo que necesitas en ese momento. ¿Y qué pasa con ese excedente? Pues si no haces nada, se pierde. Y es una pena.
Por eso cada vez más gente se interesa por alternativas para almacenar energía solar durante la noche. Las baterías solares domésticas son una de las mejores soluciones. Permiten acumular la energía que no se usa en el momento, para poder aprovecharla cuando más lo necesitas: por la noche o en momentos sin sol.
¿Qué opciones hay para guardar esa energía?
La más habitual es la batería de litio, sí. Pero no es la única. También existen baterías de estado sólido, que son más seguras y duran más. O incluso sistemas más innovadores, como los que usan sales térmicas o incluso hidrógeno. Aunque estos últimos todavía están lejos de usarse de forma masiva en casa.
Otra opción curiosa son las baterías virtuales. No las tienes físicamente en casa, pero el excedente que generas se guarda en la red, y puedes “recuperarlo” más tarde. Es como un sistema de saldo energético.
Sea cual sea el método, lo importante es que hay muchas formas de guardar esa energía solar para usarla cuando el sol ya no está. Y cada vez son más accesibles.
¿Y generar de noche? También se está intentando
A ver, generar como tal, con los paneles típicos, no se puede. Pero hay avances interesantes. Por ejemplo, se está investigando la posibilidad de generar electricidad a partir de la diferencia de temperatura entre el panel y el aire nocturno. No es una revolución (de momento), pero para cargas pequeñas o iluminación básica podría tener sentido en el futuro.
Este tipo de tecnología todavía está en fase experimental, pero medios como Debate ya están hablando de ello como una opción real a medio plazo. Así que sí, la energía solar nocturna, poco a poco, empieza a sonar menos a ciencia ficción.
¿Merece la pena invertir en un sistema así?
Depende del consumo de tu casa y del tipo de instalación que tengas o quieras tener. Pero en la mayoría de casos, la respuesta es sí. Porque si ya tienes paneles, añadir una batería puede marcar una gran diferencia.
No se trata solo de ahorrar, que también. Es que ganas libertad. Puedes consumir lo tuyo, sin depender tanto de los precios del mercado. Y además, si haces cambios pequeños como reducir el consumo fantasma de tus electrodomésticos o mejorar el autoconsumo en casa, el impacto es mucho mayor.
¿Y esto tiene futuro?
Sin duda. La energía solar nocturna será una parte importante del futuro energético. Las baterías seguirán mejorando, los precios bajarán, y lo raro será no tener un sistema que te permita usar tu energía todo el día.
Mientras tanto, lo más práctico es empezar por lo que ya está disponible: las alternativas para almacenar energía solar durante la noche. Porque aunque no podamos cambiar el ciclo del sol, sí podemos decidir cómo usar lo que nos da.