En nuestro portal nos hemos dedicado a promocionar las bondades que ofrecen las fuentes de energía alternativa, especialmente para los ciudadanos españoles. Pero nunca hemos ocultado las desventajas que puedan tener asociadas dichas fuentes. Y en esa tónica, te informamos las causas del malestar que entre los vecinos causa la construcción de una planta de biogás en Tres Cantos y Colmenar Viejo.
La descomposición de la materia orgánica en ausencia de oxígeno es capaz de producir una mezcla de gases de alto contenido energético. Dicha mezcla, llamada técnicamente biogás, se compone principalmente de metano y dióxido de carbono. Y el metano es el principal componente del gas natural que usamos como fuente de energía en nuestros hogares e industrias.
El uso de microorganismos para generar un gas combustible a partir de residuos orgánicos como desechos agrícolas, estiércol, aguas residuales o residuos de comida está muy difundido en varias regiones del mundo. En el sur de Asia y algunas regiones de África se está aprovechando de forma doméstica la generación de biogás, obteniendo abonos orgánicos como subproductos del proceso.
Te puedes entonces preguntar por qué hay malestar entre los vecinos por la construcción de una planta de biogás en Tres Cantos y Colmenar Viejo, si la idea es replicar la experiencia positiva de otros países. Como veras a continuación, larazón es la escala y las condiciones particulares que se manejan en el mencionado proyecto.
Las razones del malestar entre los vecinos por la construcción de una planta de biogás en Tres Cantos y Colmenar Viejo
En primer lugar, debes conocer que en el lugar donde se proyecta construir la planta de biogas de Colmenar Viejo ya existe un gran vertedero. Y que este no será sustituido por la planta, sino que, por el contrario, se espera que se extienda aún más.
El proyecto contempla la construcción de una planta de biogás con capacidad para gestionar 75 mil toneladas de biorresiduos anuales, una cifra que supera con creces los biorresiduos generados por las comunidades cercanas. Luego, mucho del material necesario para abastecer el proyecto deberá ser transportado desde otras comunidades a través de vialidades agrícolas que ya se encuentran saturadas.
Parte del malestar entre los vecinos por la construcción de la ya mencionada planta radica en las experiencias negativas que han surgido en otras de escala similar. Cuando se trabaja con un alto volumen de biorresiduos no es fácil determinar la procedencia ni calidad de los mismos. También aumenta la probabilidad que estos se mezclen con sustancias nocivas, tales como fertilizantes, herbicidas, pesticidas y plásticos.
La anterior situación tiene el potencial de contaminar el aire y los cursos de aguas cercanos a la planta. En particular, los vecinos reclaman que no se van a depurar químicos contaminantes como compuestos volátiles como amoniaco y metano, monóxido de carbono y óxido de nitrógeno, todos ellos muy nocivos para la salud. Tampoco la emisión de micropartículas suspendidas en el aire, las cuales están relacionadas con enfermedades pulmonares crónicas y riesgo de contraer cáncer
Adicionalmente, la transformación de los biorresiduos produce naturalmente un gas llamado sulfuro de hidrógeno (H2S), que es aquel que les da a los huevos podridos su olor característico. Este gas es altamente nocivo para la salud, produciendo daños a los sistemas pulmonar, neurológico y gastrointestinal. Los vecinos alegan que dichas emisiones también son producidas por el vertedero, por lo que sería complicado identificar y reclamar soluciones.
Como si lo anterior fuese poco, también la planta amenaza el yacimiento paleontológico de La Encinilla, el más importante cercano a Madrid. Para los geólogos y paleontólogos este depósito es de vital importancia, ya que guarda el registro fósil de muchos mamíferos del Mioceno.
Como puedes ver, el malestar entre los vecinos por la construcción de una planta de biogás en Tres Cantos y Colmenar Viejo tiene basamento. Si quieres conocer más sobre este tema, te invitamos a visitar la Plataforma vecinal en contra de la planta de biogás en Colmena.
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