Si hay dos palabras que en los últimos años están en boca de todos son estas: inteligencia artificial. Aunque es verdad que no es algo nuevo, lo que sí es nuevo es que cualquier persona hoy por hoy puede usarla. Puede usarla incluso en la forma de gestionar su casa.
La IA está ayudando a mucho más que tener una vida más cómoda. Está ayudando a reducir el consumo de energía, ahorrar y hacer de sus hogares un entorno mucho más sostenible. Un triunfo de la humanidad que, sin duda, será algo clave en nuestra propia evolución como humanos.
¿Qué es la inteligencia artificial y cómo ayuda en la gestión energética?
Se trata del conjunto de tecnologías que permiten a las máquinas aprender de datos y tomar decisiones basados en esos mismos datos. En concreto, centrándonos en la gestión energética, se analiza cómo se consume la energía en una casa. Es entonces aprende para después ajustar los sistemas de energía y hacer que sean eficientes por sí solos.
Por ejemplo, los termostatos, que controlan la temperatura, aprenden cómo prefieren las personas que habitan en la casa la temperatura según, por ejemplo, la hora del día. Así es como aprende, ajusta la calefacción y evita desperdiciar la codiciada energía.
Sistemas inteligentes que mejoran el consumo energético
Hay ciertos dispositivos que combinan la IA con otro tipo de tecnologías para hacer que el consumo sea más eficiente. Los sistemas de gestión energética inteligente usan sensores que son capaces de monitorizar el consumo y también, de ajustarlo en aparatos o en electrodomésticos.
Un caso bastante general, es la iluminación inteligente que, en lugar de dejar las luces encendidas todo el día, las apaga cuando detecta que no hay nadie o se van ajustando según la luz que hay.
Inteligencia artificial para gestión energética: Ahorro de dinero y mayor sostenibilidad
La inteligencia artificial para gestión energética tiene ventajas, y una de ellas es su capacidad para analizar los datos. Esto es lo que permite que los sistemas puedan prever cuándo y cómo se va a consumir más energía. Así se ajusta y se evitan picos “innecesarios”. Además, pueden recibir recomendaciones para reducir su consumo todavía más.
El principal beneficio de aplicar la inteligencia artificial en la gestión energética es el ahorro en las facturas. Usando la energía “con sentido común”, los hogares gastan menos en electricidad y gas. Esto no solo beneficia al bolsillo, sino que también ayuda al medio ambiente, ya que se reduce la demanda de fuentes de energía no renovables.
El futuro de la inteligencia artificial en el hogar
El futuro de la inteligencia artificial en la gestión energética del hogar es, sin duda, muy prometedor. Cada día la tecnología avanza más y más. Es entonces donde los dispositivos domésticos se van a ir volviendo también más inteligentes. Van a ser capaces de optimizar la energía sin intervención humana.
Quizás en el futuro, nuestras casas sean autónomas y los sistemas de energía trabajen juntos para que nosotros nos dediquemos a ahorrar más. Además, a medida que más hogares vayan “fabricando” su energía, la inteligencia artificial será importante para gestionar el flujo de energía entre la casa, la red y los sistemas de almacenamiento de energía. Una fusión perfecta.
La inteligencia artificial está cambiando la forma en que consumimos energía en cada casa, comercio o edificio. Con su capacidad para analizar datos y aprender de los humanos, la IA puede ayudar a reducir el gasto, ahorrar y hacer que nuestros hogares sean mucho más sostenibles. Y, aunque la IA se ha demostrado mucho, no cabe duda de que tiene muchos beneficios y puede darnos la solución para un futuro mucho más verde y sostenible.