Desde los albores de nuestra civilización, hemos empleado una gran variedad de materiales y métodos para aislar nuestros hogares y mantenerlos confortables. Incluso usamos dispositivos de climatización que, aunque nos brindan confort, tienen un alto consumo energético. Afortunadamente, ahora también contamos con los materiales de cambio de fase, una tecnología que está revolucionando la eficiencia energética en las viviendas.
¿Qué son los materiales de cambio de fase?
Existen algunos materiales que tienen la capacidad de acumular y liberar grandes cantidades de calor. A ellos los conocemos como materiales de cambio de fase o simplemente PCM, , una abreviatura del término en inglés phase change materials.
Estos materiales aprovechan lo que ocurre durante un cambio de fase donde se captura o se libera calor al medio. Por ejemplo, este es el mismo principio que aplicamos para enfriar nuestras bebidas cuando les añadimos cubitos de hielo. A medida que aquel se derrite, no altera su temperatura, sino que la absorbe de la bebida, lo que la enfría. Algo opuesto ocurre cuando un líquido se congela: libera gran cantidad de calor al ambiente.
Los materiales de cambio de fase usan dicho principio para absorber o liberar calor, según convenga. Así, cuando hace calor, se funden y enfrían el ambiente. Y, por el contrario, cuando apremia el frío, se solidifican y liberan el calor acumulado, calentando el medio. Y lo mejor de todo es que lo hacen de forma pasiva, es decir, sin requerir estar conectado a una fuente de energía.
¿Cómo se emplean los materiales de cambio de fase en las viviendas?
Una de las principales ventajas de los PCM es que puedes incorporarlos a tu vivienda sin hacer reformas y sin sacrificar espacio. En lugar de los gruesos y para nada discretos paneles de aislamiento convencionales, los materiales de cambio de fase se incorporan en los cerramientos de tu morada, en forma de pintura o recubrimiento. Es decir, ¡tal como si aplicaras un friso o una pintura!
Existen pinturas y yesos especiales que contienen micropartículas de PCM. Al aplicarlos en paredes o techos, actúan como reguladores térmicos sin alterar significativamente el espesor de sus superficies.
Otra alternativa son los textiles inteligentes con materiales de cambio de fase. Estos permiten que tu hogar cuente con cortinas y alfombras que ayudan a climatizar adecuadamente las habitaciones. Y en casos de climas extremos, incluso puedes acudir a ropa de cama elaborada con PCM.
Si prefieres lo tradicional, puedes emplear paneles finos, similares a los de yeso tradicional, pero elaborados con materiales de cambio de fase. Con ellos puedes construir falsos techos o paredes que, además de aislar, permiten definir espacios de almacenamiento ocultos a la vista.
Uno de los aspectos más interesantes de estos materiales es su versatilidad. Algunos se adaptan mejor que otros a determinados rangos de variación de temperatura, y por ello, a un particular tipo de clima. Por ejemplo, los PCM basados en parafinas son ideales para climas templados, mientras que las sales hidratadas son más eficientes en entornos con estaciones marcadas. Luego, es importante que antes de emprender la adecuación de tu hogar consultes a expertos en el tema.
¿Cuánto puedes ahorrar al emplear los materiales de cambio de fase en tu morada? Algunos estudios concluyeron que ellos pueden reducir hasta un 30% del consumo energético. Luego, además de aumentar el confort, esta solución implica un importante ahorro en la factura por los servicios energéticos. Y, al depender menos de sistemas de calefacción y refrigeración convencionales, también reduces la huella de carbono de tu hogar.
Como has observado, los PCM representan una manera inteligente de climatizar tu casa. Te brindan la posibilidad de gozar de una temperatura confortable durante todo el año y economizar energía. Y lo más importante, sin que esto implique realizar grandes cambios en la vivienda y sacrificar el espacio o el diseño.
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